viernes, 29 de febrero de 2008

Discurso político electoral de la candidata Demócrata Hillary Clinton con respecto a las migraciones mexicanas

Por: Ronald Gerardo Rivera Alfaro

Análisis del discurso


Discurso político electoral de la candidata Demócrata Hillary Clinton con respecto a las migraciones mexicanas en la Convención Estatal de California.

Población: Inmigrantes
Fuente: Periódico mexicano El Correo. El diario del estado de Guanajuato.


Publicación

Propone Hillary Clinton legalizar a 12 millones de indocumentados

Por: Notimex, Domingo, 29 de Abril de 2007
Es la única precandidata a la presidencia de EU que ha manifestado su apoyo a los inmigrantes
San Diego, E.U
La senadora y aspirante a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, propuso en la Convención Estatal Demócrata de California legalizar a "entre 11 y 12 millones de indocumentados" como medida de seguridad nacional.
"Nuestra inmigración necesita una reforma meditada y efectiva. No olvidemos que la migración ha sido y es la riqueza de Estados Unidos", declaró la senadora de Nueva York ante unos cinco mil delegados en la convención celebrada en San Diego, California.
"Tenemos que sacar de las sombras a 12 millones de personas decentes, trabajadoras, que tratan de ganar una vida para sus hijos; tenemos que saber quiénes están aquí por motivos de seguridad nacional y tener un camino para la legalización", dijo la candidata.
La ex primera dama comentó que en la reforma migratoria se necesitan sanciones para los patrones que contratan indocumentados, ayudar a las comunidades que cargan con el costo económico de la migración porque no hicieron la política migratoria, "pero más que nada, tenemos que sacar de las sombras a doce millones de personas".
Hillary Clinton narró a los asistentes a la convención que cuando niña creció y fue a la escuela con hijos de trabajadores migratorios mexicanos en el estado de Illinois.
Los hermanos mayores de sus compañeros trabajaban todo el día en el campo. "Yo veía regresar a esos niños en los camiones que los traían de los campos agrícolas, saltar de los camiones y correr a abrazar a sus mamás.
Y pensaba; "no hay diferencia entre ellos y yo". Estos son los valores que me han sostenido toda la vida", dijo la senadora. Clinton dijo que "después de todo, estos son nuestros valores demócratas; que nadie sea ignorado, que nadie sea irrespetado".
Clinton es hasta ahora la única precandidata entre ambos partidos que propone una legalización de migrantes, de quienes en un discurso de 45 minutos sólo los mencionó como indocumentados, nunca como ilegales.
Por el partido republicano los precandidatos Duncan Hunter y Tom Tancredo también han tocado el tema de la migración pero en sentido opuesto, ya que intentan criminalizar a los migrantes, Ambos tienen menos del dos por ciento de los votos de su partido.
Favorita en California Clinton tenía hasta el mes pasado 41 por ciento de los votos de electores de California y su más cercano rival, el demócrata Barak Obama contaba con 28 por ciento de los votos estatales, de acuerdo con una encuesta del Instituto Field.
Otro sondeo más reciente demostró que el 83 por ciento de los californianos desean conceder legalización a los indocumentados.


1. Análisis contextual:

Según el articulo publicado por un medio mexicano (Correo), el año anterior (2007), las migraciones son un tema de importancia electoral en los Estados Unidos, específicamente en le sector Demócrata donde se disputa la precandidatura del partido.

Está inquietud está relaciona directamente con el tema de la Seguridad Nacional, y parte de un modo de hacer política diferente al Gobierno actual norteamericano.

La fuertes políticas migratorias del Gobierno de George W. Bush, la muralla y lo sucedido en New Orleáns, son parte de los hechos que han encaminado la campaña electoral del partido opositor (Demócratas) con un discurso distinto y crítico del gobierno de Bush.

Gran parte de la riqueza que poseen los EEUU surge de la mano de obra migrante, incluso una buena cantidad de votantes para éstas elecciones son o tienen algún tipo de lazo extranjero, por lo que la captura de votos en Estados tan importantes como California, donde la migración Latinoamericana es palpable, no se puede dejar, siendo las promesas electorales con respecto a la legalización y mejor trato de las personas migrantes una fuente rica en cúmulo de votos.



Enfoque del discurso

Discurso netamente electoral
Se plantean las migraciones como un problema de Seguridad Interna
Las personas migrantes indocumentadas deben ser legalizadas para beneficio del país



2. Estructura de las ideas:

En la estructura del reportaje sobre el discurso de Hillary Clinton sobre migraciones, se encuentran varios ejes que articulan el desarrolla de las ideas, entre los cuales se puntualizan los siguientes:

Ámbito político

Propuesta política (Convención Estatal Demócrata )
La política actual no es efectiva
Legalización de indocumentados (Tipo de migrantes)
Legalizar "entre 11 y 12 millones de indocumentados
Las migraciones son parte de los valores demócratas …“Nadie debe ser ignorado ni irrespetado”

Ámbito económico

La migración ha sido y es la riqueza de Estados Unidos

Ámbito emotivo

Los migrantes son personas decentes
Tiene familias
Están en situaciones que ella cataloga como “sombras”
Hillary estudio con niños y niñas migrantes mexicanos en Illinois
Las familias de esas niñas y niños trabajan en el campo
Viajaban en camiones
Querían mucho a sus padres y madres
Ella pensaba que no había diferencia
Yo soy igual a un migrante

Ámbito de la Seguridad Nacional

Medida de seguridad interna
Se necesita saber sus nombres por motivos de seguridad nacional
Existen tipos de migraciones
Son diferentes los migrantes indocumentados que los migrantes ilegales
Ella no mencionó a los migrantes ilegales

Discurso opositor (Republicano)

El partido republicano también hablan sobre migraciones
Dos precandidatos hablan del tema: Duncan Hunter y Tom Tancredo
Lo hacen de forma opuesta a la propuesta de Hillary
Ellos intentan criminalizar a los migrantes
Hillary no criminaliza a los migrantes
Duncan Hunter y Tom Tancredo tienen menos del dos por ciento de los votos de su partido
Existen más candidatos republicanos

Discurso opositor (Demócrata)

Únicamente como precandidata, Clinton a propuesto legalizar los migrantes indocumentados
Clinton es favorita en California
Tenía en el mes de marzo del 2007 el 41 % de votos electorales
Obama es su rival más cercano
Obama es demócrata
Obama tenía 28% de votos electorales en el mes de marzo del 2007

Discurso Popular

El 83% de los californianos quieren legalizar a los indocumentados
Un 17% de californianos están en contra de la legalización
La gente en su mayoría está de acuerdo con Hillary



3. Implicaturas:

En relación con la estructura de las ideas anteriormente segregadas, se encuentra que la base epistémico y axiológica del discurso político electoral de Hillary Clinton en el Estado de California sobre migraciones se focaliza en las puntos de seguridad nacional, ámbito emocional y opositor.

En este sentido, las implicaturas que se pueden obtener de este artículo, publicado por un medio latinoamericano, serían las de orden formal, es decir, las que competen directamente con la labor del Estado, en primer caso la Seguridad Nacional, punto clave y recurrente en el reportaje, sobre los valores políticos Demócratas y lo referente a la legalización de los indocumentados. Siendo los prejuicios base de la propuesta de Clinton, dado que se involucra la parte de la convivencia y tipo de vida que desarrollan los migrantes en suelo norteamericano a través de una experiencia personal y lo recurrente a la seguridad.


Supuesto sobre las migraciones y la seguridad nacional:

Los migrantes indocumentados son un problema de seguridad interna
Pueden irrumpir en la seguridad nacional
La no legalización evita el no tener seguridad
No se saben quienes son
Se necesita averiguar quienes son
Son un peligro para la seguridad nacional

Supuesto sobre crecimiento económico:

EEUU se favorece a nivel económico de las migraciones
Las migraciones han sido y son en la actualidad fuente de riqueza norteamericana


Supuesto sobre situación social:

Los migrantes tiene familias
Viven en situaciones de riesgo social

Inferencias emocionales:

Hillary estudio con niños y niñas migrantes mexicanos en Illinois
Eran familias de migrantes
Tenían un camión
Tenían hermanos mayores
Trabajan en el campo todo el día
Eran muy cariñosos

Inferencias partidistas:

Clinton es más popular que Obama en el Estado de California
Los Republicanos están muy por debajo de los Demócratas en las estadísticas

El discurso subyacente de Hillary Clinton funciona desde un punto de vista operativo, enfocado eliminar las irregularidades en los documentos de 12 millones de migrantes en los EEUU como medida inmediata para brindar seguridad interna.

La categorización de las personas migrantes se balance en una banda muy ancha, donde el crecimiento económico del país receptor puede ser importante, aún si implantara un “nuevo orden” de apertura fronteriza y se abriera un derecho de poder moverse libremente desde sus países de origen hacia donde quisieran, se cambiaría el modo pensar y ver la migraciones como un problema de seguridad nacional y de rechazo cultural, abriendo las posibilidades de evitar la selección y segregación de las personas.




Bibliografía consultada:

· http://www.correo-gto.com.mx/notas (2007) Propone Hillary Clinton legalizar a 12 millones de indocumentados. Correo. El diario del estado de Guanajuato. Por: Notimex. Recuperado el 9 de febrero del 2008.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Situación real de discriminación política ¿Qué es ser comunista hoy?

Por: Carlos Gonzalez Palacios

Hablar de comunismo hoy en día no está muy "de moda"; es más, a cualquiera que se precie de defenderlo, puede verse confrontado a comparaciones con dictadores stalinanos o maoístas y hasta se le puede deslegitimar con mucha facilidad desde lo alto de la torre del paradigma dominante tildándolo de anacrónico, utópico y hasta de subversivo. Según el comunista español Marcelo Colussi, quizá, jugando con los versos de Rafael de León, podría decírsele: ¿comunismo? "¡Pamplinas! ¡Figuraciones que se inventan los chavales! Después la vida se impone: tanto tienes, tanto vales". En generaciones anteriores allá por el siglo XIX, todos tenían bien claro lo que significaba pertenecer al genero de lo común y del comunismo bolchevique o de las Repúblicas Populares, sin embargo hoy, en el 2008 el Mundo parece haber cambiado y las teorías dominantes se han reducido a una sola que todos estamos obligados a seguir con el riesgo de ser considerados como marginales. Es cierto que nadie desea que regrese el Muro de Berlín, caballo de Troya de los capitalistas para mostrar la barbarie de la que fue capaz la URSS, pero acaso ¿alguien puede negar o sublevarse contra los muros Israelíes, contra el que separa EEUU y México o también contra el que divide los enclaves españoles de Ceuta y Melilla de África?
Del mismo modo las verdades que inaugura el Manifiesto Comunista en 1848 parecen ser válidas aún en el siglo XXI; y sin duda, en tanto verdades universales, lo serán por siempre dado que develan estructuras de la naturaleza social misma:

- la explotación a partir de la apropiación del trabajo ajeno
- la lucha de clases como motor de la historia, la violencia en tanto "partera de la historia" –
- las revoluciones sociales como momento de superación de fases de desarrollo que signan el devenir humano.

Pero, como dice demasiado rápido el Bloque individualista estadounidense, el comunismo murió, y se demostró el descrédito del sistema común, glorificando aún más a los progresos individuales, hasta se llegó a determinar el fin de la Historia: siendo tan grande el golpe que, por algún momento, la prédica triunfal pareció ser verdadera: el comunismo no era posible.
Y todos en el Mundo entero llegamos a creerlo.Pero entonces si esto sucedió en el Mundo, ¿qué pudo suceder el Costa Rica? Estado interesante para el análisis, ya que por un lado está invadido hasta la médula por teorías, publicidades y modelos de vida “yankees”, y por otra parte, es el único país latinoamericano que ha resistido al desmantelamiento del sistema social y de la responsabilidad del Estado manteniendo durante decenios un sistema respetuoso del Estado de Derecho.

Francisco Gamboa costarricense, antiguo miembro del Partido Vanguardia Popular cuenta: “fui para visitar a un compañero del Partido que cumplía una condena de seis meses por el delito de tener en su casa unas publicaciones obviamente comunistas. Aunque muchos no lo quieran creer, en nuestra Suiza Centroamericana ocurrían esas cosas en aquellos tiempos en que ser acusado de comunista no era muy distinto de lo que es ahora ser acusado de terrorista. A este copartidario le registraron la casa, como le ocurría con frecuencia a otros miembros del partido, y le encontraron un montón de ejemplares de esa cosa formidable que se llamaba “Revista Internacional”, publicación colectiva de los partidos comunistas y obreros del mundo”

Pero, a diferencia de Colombia o de Perú en donde el encierro por comunismo es considerado por traición a la patria y los presos se aglutinan en condiciones infra humanas, en este caso costarricense, parecía ser que el reo “era feliz (…) y que tenía muchas licencias y privilegios” según Gamboa.

Pero hoy que ya el comunismo no parece representar un peligro para el ciudadano correcto que paga sus impuestos y que está a favor de todo lo que “papa” gobierno dice, el hecho de flamear una bandera roja en una manifestación o de tener un libro comunista o antiimperialista en la biblioteca de la Universidad Nacional, no es delito. Solo que hoy más que asustar, ser comunista fastidia o incomoda.

Ahora bien, quería saber lo que pensaban los chavalos comunistas de Costa Rica, ¿se esconden realmente? ¿Tienen vergüenza? ¿Hijos de quien son y por qué son comunistas? ¿Es cierto que creen en el regreso de Satanás? ¿Cómo perciben ellos al resto de sus compatriotas?

A diferencia de mi experiencia de seis años en Francia donde las izquierdas no están prohibidas y pude ver más de cerca los procesos políticos desde muchas perspectivas, en Costa Rica un año ha pasado desde que puse el primer pie aquí y me he dado cuenta que el Templo televisivo de Repretel y el Santo Grupo La Nación, no me han hablado más que de sucesos y de por que el Tratado de Libre Comercio con EEUU es bueno desde una perspectiva derechista. Entonces, como saber donde están los comunistas, ¿dónde se esconden? Fui hace algunos meses a una reunión del Partido Acción Ciudadana en el segundo piso de la Oficina de Correos de Heredia, pero creo que allá tampoco no podré hablar de eso, ya que por más que existan algunos antiguos “vanguardistas” quizás no lo confiesen por ser una carga más que una gloria.

Tanta vicisitud me obligó entonces a salir a la calle para buscar a esta especie tan rara, más rara aún que los homosexuales en Latinoamérica que parecen no haber (excepto en ciertos bares) ya que aquí somos bien machos.
Mi Primera y última escala fue en las afueras de la Asamblea legislativa donde ya había ido en ocasiones anteriores y había visto a esos raros ejerciendo derechos y libertades que muchos jamás han ejercido. Desgraciadamente no obtuve muchas respuestas en un comienzo y quizás pienso que fue por el hecho de parecer más a un agente de seguridad por mis preguntas ansiosas que por mi gentileza. Así que lo intenté más lejos, esta vez con una mujer, allí funcionó. Claudia, estudiante, defiende a su país del imperio maldito, jamás va al Mc Donals y nunca ha comprado el diario oficialista La Nación, aunque ya lo ha leído porque en su casa a veces lo compran el fin de semana. No cree en dios, pero tampoco es anarquista, su problema más grave en la Universidad o con la familia está en sus creencias religiosas y en su pensamiento político. “A veces me siento sola, diferente (…) para algunos soy una vergüenza y creen que cambiaré cuando tenga treinta y tenga hijos…”
En la calle no siente desprecio de la gente y se siente apegada al adulto mayor y a los indígenas que le gustaría conocer más. Pero a la pregunta es difícil ser comunista en este país, la respuesta es interesante: “No es difícil serlo sino más bien parecerlo, si ud. no parece, no dice nada, no pasa nada” Entonces yo me pregunto (y tampoco se lo pregunté) es entonces como ser homosexual. Es un fenómeno de marginación contra una minoría y es muy probable que en la empresa Dos Pinos o en Teletica no consiga un empleo si se aventura a ejercer su libertad de expresión política…

Más allá, una dama de edad cabello blanco, muy interesante, tanto es así que ni su nombre marqué para este escrito de tanto que me contó sobre las épocas del Partido Vanguardia donde militó a escondidas. Según plantea hoy es más fácil porque uno es más libre de leer o escribir diciendo soy comunista. Pero “el problema es que si uno dice eso nadie lo escucha a uno y hasta o tildan de loco”. Esto asemejándose a una pena de muerte social, me digo que más que dañar por la indiferencia a una persona, la sociedad, al mismo estilo del despotismo ilustrado europeo, se pierde de un aporte desde un ángulo distinto.

No me cabe entonces duda que la discriminación existe, solo que de una manera tan sutil y por tanta gente que no parece discriminación, sino que parece la norma. Sin embargo me queda una duda: si no nos gusta "comunista", ¿es mejor decirse "de izquierda", “Bolivariano” o "revolucionario"? Quizás sea más elegante en esta sociedad llamarse centrista, ecologista o más correcto aún sería seguir el consejo de Su Majestad el Rey de la Madre Patria, porque como dicen por estas calles: “Calladito, más bonito”.

miércoles, 20 de febrero de 2008

El trabajo y los menores

El trabajo y los menores

La feminización de la mujer

Derecho de Integración
Profesor: Msc. Rodrigo Jiménez
Alumno: Roberto Soto Salazar

Feminización de la Vejez
Carmen Delia Sánchez Salgado

“Descrimen por edad. La Gerofobia es el término que se usa para describir los perjuicios negativos y estereotipados hacia las personas ancianas por razón única de su edad.

Estas actitudes negativas, se cree que surgen del miedo de las generaciones jóvenes al envejecimiento y su rechazo a lidiar con los retos económicos y sociales que están relacionados al incremento en la población vieja.

Para entender cómo el fenómeno del descrien por edad o gerofobia afecta a las mujeres ancianas debe mirarse también al sexismo.

El perjuicio por edad a que enfrenta la mujer según envejece, está compuesto por el sexismo y el doble mensaje que considera vieja la mujer a más temprana edad que el hombre. Este doble mensaje de la vejez conlleva el aceptar la visión que mientras los hombres de edad avanzada son “ asperos, hoscos y varoniles”, las mujeres están “ arrugadas”.

Las canas y la calvicie que hacen a los hombres lucir “ distinguidos y hasta atractivos”, muestran a las mujeres en “decadencia”. La cultura hispanoamericana, particularmente, ve la sexualidad de la mujer entrada en años como fuente de humor- grotesca, inapropiada. Tal perjuicio surge en parte al igualar erróneamente la sexualidad femenina con su capacidad reproductiva.



Por lo tanto, no es errado señalar que esta discriminación a la mujer anciana está íntimamente ligada al sexismo y es la extensión lógica de la insistencia que las mujeres valen en la media en que son atractivas y útiles al hombre.

La supervivencia de la mujer, tanto física como psicológica, ha estado vinculada a la habilidad de complacer al hombre y a los patrones sociales establecidos que refuerzan constantemente el poder que ordena el patriarcado”.


Comentario

Se nota sin mayores esfuerzos intelectuales, como el discurso que maneja el artículo anterior, tiene todo un trasfondo social y que afecta directamente a una población vulnerable, como lo es, la adulta mayor y en la cual, dentro de esta vulnerabilidad se afecta aún más a la mujer, quien es más recriminada desde una óptica sexista.

Se considera que la mujer envejece más rápido que el hombre físicamente hablando, sin considerar que envejecer es también madurar emocional e intelectualmente, ya que la experiencia no se compra, se adquiere con los años.

El paso de los años, visualizado a través de marcas, de cambios físicos que sufren ambos ( hombres y mujeres) son vistos o analizados a través de espejos diferentes. Las arrugas o canas son sinónimo de decadencia en la mujer, de pérdida de belleza de interés, mientras que en el hombre son reflejo de masculinidad.




La mujer es sexualizada y valorada en la medida en que sea atractiva y útil al hombre, lo que ha hecho que la adulta mayor vea a la vejez como una situación de amenaza y de temor. Esto por estar nosotros inmersos en una cultura masculina y por ende androcéntrica, en la que el hombre y todo lo relacionado con lo masculino es el punto de partida, es decir, el hombre es el modelo, es el prototipo no la mujer.

Esto como consecuencia de vivir en una sociedad patriarcal en donde la población femenina se toma en cuenta únicamente en relación a las necesidades y preocupaciones de la clase dominante, la masculina. Invisibilizando que muchos de nosotros dependemos y nos apoyamos precisamente de la femenina.

Es así como el artículo analizado, dibuja a la mujer como inferior, la mujer no es el prototipo, está solo para satisfacer al hombre, para procrear, la mujer con el paso de los años se hace fea, menos atractiva, menos interesante, mientras que el hombre, el varón acrecienta esos atributos, por lo que pone de reflejo la desigualdad que existe entre hombres y mueres en nuestra sociedad.

Esto sin tomar en cuenta que las mujeres se enfrentan a mayores problemas de salud y enfermedades crónicas que los hombres [1]. Por ejemplo el cáncer de seno ataca una de cada nueve mujeres con la amenaza de cirugía o muerte, se estima que cerca de un 40% de las mujeres han sido histerectomisadas al llegar a la edad de 60 años, y el resto pierde su fertilidad en la menopausia, las mayores de 80 años por lo general presentan problemas de artritis, diabetes, problemas cardiacos, accidentes cerebrovasculares, osteoporosis, entre otras.




Con el aumento de la perspectiva de vida, pasan más tiempo siendo abuelas que madres o esposas, lo que trae consigo otro tipo de problema a nivel psicológico.

No cabe duda que estamos viviendo en una sociedad orientada a la juventud, en donde las preocupaciones emocionales, económicas y físicas de la mujer adulta mayor, permanecen ignoradas sin tomar en consideración que este nicho poblacional y vulnerable va en aumento.[2]



[1] Mehdizadeh s. ( ) Health and Long-term Care Use Trajectories of Older Disable Women . The Geontologist.
[2] Sánchez, C.D. (1999) Puerto Rico Health and Sciences Journal. 17.

lunes, 18 de febrero de 2008

Analis del Discurso. De Geraldy Peña

Geraldy Peña Álvarez
Derechos de Integración
Menopausia: una nueva forma de neocolonialismo ideológico y económico

Introducción

El término menopausia proviene de las palabras griegas meno (mes) y pausis (pausa) y refiere en sentido estricto al fenómeno fisiológico del cese de la menstruación en la mujer y, más ampliamente, a toda una etapa en la vida de éstas. A pesar de los esfuerzos de la cultura occidental de convertir a la mujer menopáusica en un universal, pareciera que la interpretación y contenido del concepto – e incluso su existencia misma - ha variado histórica y culturalmente con un impacto también diferenciado en la vida de las mujeres.
Debatir sobre la menopausia desde una perspectiva feminista es el objetivo de este ensayo para lo cual se pretende encontrar una respuesta preliminar a las siguientes interrogantes: ¿De dónde surge el concepto de menopausia y a qué tipo de necesidad responde? ¿Cuáles son los mitos o supuestos sobre la menopausia en el discurso y prácticas dominantes? ¿Existen diferencias culturales e históricas con la percepción de este período de vida de las mujeres? ¿Existen discursos alternativos sobre la menopausia, cuáles son los supuestos y contenidos de los mismos? ¿Cuál es el impacto social, cultural, psicológico y físico de estos discursos y prácticas en la vida de las mujeres?
Origen y necesidad
Tal como afirma Foucault, el control del cuerpo de las personas es el objetivo último de las políticas de dominación y espacio privilegiado de su manifestación. Cuando pienso en la mecánica del poder pienso en su forma capilar de existencia, en el punto en el que el poder encuentra el núcleo mismo de los individuos, alcanza su cuerpo, se inserta en sus gestos, sus actitudes, sus discursos, su aprendizaje, su vida cotidiana". (Foucault, 1995: 144).
En los cuerpos individuales se expresan y reflejan las relaciones de poder de una sociedad específica y el posicionamiento de cada cual en la misma. En una organización social jerarquizada además en función del género, el cuerpo de las mujeres es sujeto especial de múltiples dominaciones y expropiaciones. El desarrollo de la ciencia y la tecnología que ha permitido una prolongación creciente en la expectativa de vida de la mayor parte de la población mundial y la inversión de la pirámide poblacional que ella produce - traducida para los efectos de este ensayo en lo que se denomina la "explosión numérica de las mujeres de mediana edad"- incrementa la necesidad de contar con un discurso específico que garantice el control de este creciente grupo de mujeres, máxime si tenemos en cuenta que algunos "antropólogos han notado que la llegada de la menopausia puede traer libertad, mayor placer sexual y estatus a las mujeres en diversas culturas, especialmente en aquellas donde la fertilidad es alta y el acceso a medios de control de la natalidad es limitado durante gran parte de la vida adulta de una mujer (Ginsburg & Rapp 1991, p. 329-330). ¡Ya sabemos cuán amenazantes pueden ser el placer y la libertad, especialmente en las mujeres¡
Uno de los discursos de dominación más utilizados para el control del cuerpo de las mujeres es el discurso biomédico. Como dice Ginsburg: "estos discursos construyen las diferentes etapas del ciclo de vida la mujer como problemas médicos, más que como aspectos ordinarios de la vida social (Ginsburg 1991: 331) ". Además del interés de control político e ideológico de los cuerpos, fuertes intereses económicos sostienen, perpetúan y reproducen el discurso biomédico.
Varias premisas son necesarias para el éxito de este mecanismo de control socio-biológico. Primero: una larga tradición histórica y cultural que denigra el cuerpo de la mujer considerándolo inferior, enfermo y anormal. Segundo: la omnipotencia construida de las ciencias médicas y el poco espacio para cuestionarla. "Nos han enseñado el mito de los dioses médicos – que los doctores saben más que nosotros sobre nuestros propios cuerpos, y que el experto conoce la cura (Northrup 1998: :9). Tercero: la desnaturalización de los procesos vitales y su patologización. Cuarto: la objetivización de los cuerpos y de los procesos naturales para convertirlos en espacio de experimentación y acción de las tecnologías médicas. Así se ha construido también en occidente un discurso sobre la menopausia con el agravante, por un lado, de que desconoce o invisibiliza la existencia de otros discursos y, por otro, de que pretende por diferentes medios imponerse como realidad universal. Recordemos que como dice Foucault, la construcción de la verdad se hace a partir de la construcción de discursos: "... la verdad no está fuera del poder, ni sin poder...La verdad de este mundo; está producida aquí gracias a múltiples imposiciones. Tiene aquí efectos reglamentados de poder. Cada sociedad tiene su régimen de verdad, su política general de la verdad; es decir, los tipos de discursos que ella acoge y hace funcionar como verdaderos; los mecanismos y las instancias que permiten distinguir los enunciados verdaderos o falsos, la manera de sancionar unos y otros; las técnicas y los procedimientos que son valorizados para la obtención de la verdad; es estatuto de aquellos encargados de decir qué es lo que funciona como verdadero" (Foucault 1995: 187).
"El" discurso
En términos generales, la menopausia en el discurso biomédico occidental refiere a la interrupción o cese del ciclo menstrual en las mujeres, periodo que abarca por lo general de los 45 a los 55 años de edad y que viene acompañado por un conjunto de síntomas típicos que afectan o deberían afectar – en principio - a todas las mujeres. Lock cita los siguientes como los síntomas más frecuentes reportados por mujeres en las ciudades estadounidenses de Massachussets y Manitoba: dolor de cabeza, dolores en las coyunturas musculares; cansancio, pérdida de energía; irritabilidad; depresión y melancolía; insomnio y calores y/o sudoración fría repentina (Lock 1993: 35).
Para hacer frente a la menopausia también existe un discurso universalizador que busca como objetivo central convencer a la población y, principalmente, a la población femenina, de que la asistencia médica y farmacológica es indispensable en este periodo para garantizar la salud, calidad y prolongación de la vida, específicamente a través de las terapias de sustitución hormonal. Para aquellas que se resisten a esta terapia se les pronostican innumerables males, entre ellos problemas cardiacos, la osteoporosis, etc.
Además de insistir en la inevitabilidad de la aparición de estos síntomas, la conceptualización de la menopausia está inmersa en una ideología global que dota de sentido y significado a esta etapa de vida de las mujeres, a todo lo que en ella sucede y que es un reflejo de la filosofía del cuerpo social. Como dicen Lock y Scheper-Hughes, "el cuerpo medicalizado no es simplemente el resultado de cambios en los conocimientos y prácticas médicas; tampoco es simplemente producto del interés médico. Un cuerpo medicalizado representa más que un cuerpo individual, pues es también la manifestación de potentes, nunca acabados y semi-disfrazados enfrentamientos políticos sobre cómo se deben administrar los cuerpos rebeldes y que envejecen" (Lock y Scheper-Hughes 1996: 68-69).
Para el discurso biomédico occidental, la interrupción de la menstruación y el desbalance hormonal propio de este periodo es catalogado como un proceso de enfermedad y no como un proceso natural . Como la sociedad patriarcal asocia la valía de la mujer a su capacidad reproductiva, éste se considera un periodo de declive e involución, en el cual las mujeres dejan de ser importantes para la sociedad. "Como las mujeres menopáusicas ya no utilizan su energía en la procreación, se describe su sistema en términos de disfunción o descenso; los pechos y los órganos genitales se "atrofian" gradualmente y se vuelven "seniles". Así vista, la menopausia es, en último término, un sistema clausurado, una producción fallida" (Northrup 1998, 518).
En nuestra cultura occidental para las mujeres que actualmente están climatéricas, el proceso de vivencia de la menopausia está ligado a las vivencias previas con la menstruación y la reproducción. Siendo la menstruación un símbolo de enfermedad, muchas mujeres viven la menopausia como, ausencia de enfermedad o salud; no ocurre así a otro grupo de mujeres que no saben por qué la viven con tristeza. Consideramos que es la pérdida de capacidad reproductiva la principal razón. (Penagos Velásquez, www/ Universidad de Antioquia).
Si se tiene en consideración que en nuestra cultura el sentido de la vida femenina trata esencialmente sobre la reproducción y que "la situación actual en el cual nos encontramos de contar con un número significativo de mujeres en edad pos-reproductiva viviendo en las sociedades avanzadas es considerada no solo una anormalidad sino también un importante costo superfluo" (Lock 1993: xxvii), se comprende por qué muchas mujeres sufren de estados depresivos al llegar al cambio de edad pues la misma está asociada a la decrepitud, improductividad y la pérdida del sentido del ser. Como lo demuestran estudios inter-culturales asociados con esta problemática, la vivencia real y emocional del cese de la función reproductiva por parte de las mujeres es reflejo de los supuestos, creencias y valores existentes en cada cultura.
Así, pareciera que las mujeres viven en cada uno de sus cuerpos y desarrollan una profecía social autocumplidora. Esta situación replantea nuevamente el debate sobre la relación entre biología y cultura, cuerpo y cultura. Cabe aquí recordar las tesis de Kaschak sobre el cuerpo engenerado: "... Sostengo que la experiencia está tanto contenida como expresada por el cuerpo, así como por la mente, y que ambos aspectos están embuidos y mutuamente influidos unos por otros...El ser físico recibe, media y se ve alterado temporal y permanentemente por la experiencia y por la información y, a su vez, expresa al medio circundante y a otras personas aspectos de su experiencia individual, sentimientos y creencias, todos los cuales echan raíces y, lenta pero firmemente, se corporalizan... así todos somos portadores de la tradición, los guardadores del sistema de género... pues las memorias se almacenan en todas partes, no solo en la mente" (Kaschak, 1992, traducción libre).

Los "otros" discursos
Sobre este mismo punto, Lock acuña el término "biologías locales" para referirse a comportamientos y realidades corporales diversas, geográfica y culturalmente identificadas. Así plantea que "los relatos diferentes sobre el envejecimiento biológico no son simplemente el resultado de interpretaciones culturales de una experiencia física universal, sino los productos de un proceso dialéctico continuo entre biología y cultura en el cual ambos son contingentes" (Lock 1993: xxi).
En este sentido, Northrup afirma que el contenido genuino del periodo de la menopausia en occidente ha sido pervertido y degradado en contraposición con lo que es el legado de las culturas originarias o autóctonas. Afirma, por ejemplo, que en la cultura celta la mujer joven era visualizada como la flor; la mujer -madre como la fruta y la mujer adulta mayor como la semilla y se valoraba que la semilla era la parte que contenía- en sí misma - el conocimiento y el potencial de todas las demás partes. "En otras culturas nativas, se creía que las mujeres menopáusicas retenían su sangre sabia, en vez de perderla cíclicamente y eran, por ende, consideradas más poderosas que las mujeres menstruantes... Ellas proporcionaban la voz de la responsabilidad hacia todos los niños/as, tanto humanos como no humanos, a la Tierra y a las Leyes de las Buenas Relaciones. Estas mujeres contenían gran poder y supervisaban todas las decisiones tribales. No tenían temor de rechazar con fuerza cualquier cosa que fuera contraría a la vida, también iniciaban y educaban a las mujeres jóvenes en este conocimiento y responsabilidad" (cuerpo político) (Northrup 1994: 517). Más adelante comenta que un estudio realizado por la antropóloga Ann Wright, quien estudió los síntomas menopáusicos en mujeres de la tribu Navaho, tanto tradicionales como aculturadas, encontró que las mujeres tradicionales presentaban pocos síntomas, y que el estatus y posición social estaba directamente relacionado con la experiencia de los síntomas. Por lo que su estudio sugiere, entonces, que los síntomas menopáusicos son causados más por el estrés psicológico que por el físico.
En el estudio comparativo realizado por Lock sobre la vivencia de este periodo de la vida en mujeres de Japón y Estados Unidos fue posible confirmar, por un lado, que no existe en la cultura japonesa un término homologable al de menopausia. El que sí existe refiere a una caracterización bastante diferente de la expresada en la cultura occidental y, por otro lado, que ambos discursos dan poca cuenta de la vivencia real de este periodo de la vida por parte de las mujeres concretas.
Lo anterior no contradice, sin embargo, el hecho de que la principal tendencia es a vivir el periodo en ajuste a las expectativas culturales. Esto nos lleva a coincidir con lo expresado por Ginsburg y Rapp, cuando afirman que "... nunca se puede comprender la menopausia aparte de otras circunstancias sociales – estado civil, historia de fertilidad, acceso a la propiedad – a través de las cuales se construyen las experiencias y los poderes de las mujeres... además estas investigaciones nos recuerdan que ningún aspecto de la vida de las mujeres es una experiencia universal o unificada, ni puede un fenómeno de este tipo comprenderse aparte de contexto social más amplio que lo encuadra" (Ginsburg y Rapp 1991: 330).
El "neo"-neocolonialismo
Se podría afirmar, entonces, que la difusión globalizada de una visión androcéntrica y medicalizada sobre la menopausia y la aspiración de una intervención homogenizadora con esta población de mujeres podría considerarse una manifestación de dominación neo-colonial. "Al comparar las mujeres de mediana edad en EEUU y Japón, Lock encontró que las biologías locales han contribuido históricamente y en los tiempos contemporáneos tanto para la experiencia subjetiva como a la construcción del discurso, indicando que la biopolitica de la normalización y control y la construcción de una población vulnerabilizada es un proceso extremadamente complejo que debe ser interpretado en el contexto" (Lock y Sheper Hughes 1996: 69).
Además de la ideologización de este proceso natural, la visión de la menopausia como enfermedad lleva implícita la necesidad de una intervención instrumentalizada a partir de la tecnología médica que tiene consecuencias graves para la salud de las mujeres. Como afirma Villareal: "la explicación médica biologista presenta a la menopausia como una enfermedad y pone especial énfasis en la sintomatología y en los malestares que las mujeres experimentan, no en ellas como personas" (Villareal, 1999: 46). Al convertirse en un problema médico, todos los esfuerzos se dirigen a "curar" con lo cual queda abierto el camino una vez más para que la medicina se apropie de los cuerpos de las mujeres.
Decíamos antes que al neocolonialismo político-ideológico asociado a esta problemática, se debe agregar el neocolonialismo económico. El vasto mercado que representan las mujeres en periodo menopáusico no ha pasado desapercibido para la industria farmacéutica que, en asocio con la comunidad médica, considera esta una verdadera mina de oro. "Premarin, una forma de sustitución hormonal hecha a base de la orina de yegua embarazada por la compañía Wyeth-Ayerst, representa uno de los productos farmacéuticos más vendidos en los Estados Unidos... Se estiman las ventas de Premarin en 1992 en cerca de $700 millones de dólares y en 1994 era el fármaco número ocho en cuanto a volumen de ventas en el país" (Lee 1996: 4).
La principal imposición de esta visión androcéntrica sobre la menopausia en las mujeres se produce de manera indirecta y relativamente encubierta mediante el lenguaje de la ciencia, a través de la formación de los profesionales de la salud, de los colegios profesionales y del intercambio de conocimientos del cuerpo científico en revistas, conferencias, etc. Sin embargo, una forma clara de apreciar el impacto de este neocolonialismo económico en Costa Rica, por ejemplo, es constatando que Premarin es la única terapia sustitutiva hormonal recetada por el sistema público de salud. Según datos del Departamento de Farmacología de la Caja Costarricense del Seguro Social, en el año 2001 el volumen total de consumo de esta hormona fue de 9 898 700 comprimidos, para un total de pacientes tratadas equivalente a 27 120 mujeres. En el primer cuatrimestre del año 2003, el volumen total de consumo iba por 8 021 352 comprimidos para un total de 21. 976 pacientes tratadas.
La vivencia de las mujeres concretas
El impacto que esta ideología tiene sobre la vida de las mujeres es, en general, negativo en términos de la percepción de sí mismas, de su imagen corporal, de las pérdidas asociadas y de las múltiples repercusiones sociales, laborales, etc. El impacto sobre la salud de las mujeres de las terapias sustitutivas de hormonas ha sido ampliamente documentado por quienes abogan por alternativas que ofrezcan a las mujeres una mayor calidad de vida en esta etapa y menores riesgos para su salud.
No obstante, la forma cómo las mujeres viven esta etapa de la vida depende en gran medida de las experiencias vividas y de los patrones socioculturales internalizados. De allí la importancia de la de-construcción de los mitos asociados a esta etapa del desarrollo de vida de las mujeres. Lo anterior, sobre todo, si se tiene en cuenta que la ideología que sustentan las prácticas con relación a la menopausia y la ausencia de conceptos derivados de derechos humanos, específicamente de los derechos reproductivos y sexuales, omiten pronunciamientos encaminados a la protección de las prácticas supuestamente curativas de la menopausia que no generan salud, sino que, por el contrario, la desmejoran en la mayoría de los casos.
Menopausia: asunto de derechos humanos y reproductivos?
Si partimos de que la menopausia está ligada con la perdida de la capacidad reproductiva, los derechos de las mujeres sobre ese espacio sobre sus cuerpos tendría que estar comprendidos en los derechos reproductivos, pero si los derechos reproductivos siguen siendo entendidos desde "el determinismo biológico, esto evita cualquier análisis del contexto social o político en el que se desenvuelven las mujeres, si se asegura de que la ideología de la reproducción mantenga su control sobre la vida de la mujer." (Penagos Velásquez).
El cuerpo social es un espejo de las relaciones sociales. El orden sexual dominante en cada cultura, reglamenta los usos sociales del cuerpo. Así concebido, el cuerpo no es sólo una realidad autónoma fisiológica, sino además un espacio en el cual y a través del cual, se realizan prácticas sociales, ya que sus funciones se realizan en ámbitos culturales, que le imprimen connotación a ellas mismas. Desde la óptica del cuerpo político encontramos los derechos sexuales y los derechos reproductivos los cuales "abarcan dos principios básicos: el derecho a la atención en salud sexual y en salud reproductiva y la autodeterminación sexual y reproductiva". Existen varios derechos reproductivos reconocidos en instrumentos internacionales, sin embargo tienden a ser omisos en cuanto a la esfera propiamente en salud. Por ejemplo, en la CEDAW (Convención sobre la Eliminación de Todas las formas de Violencia contra la Mujer) vemos que este instrumento trata la esfera de la economía, la política, la educación etc, pero no toma en cuenta la esfera de la salud. Podemos afirmar que desde la perspectiva de los derechos humanos, no encontramos ningún derecho propio referido a la etapa de la menopausia, aun cuando sea tratada como una enfermedad y las mujeres sean sometidas de manera indiscriminada a prácticas médicas y farmacológicas que son lesivas para su salud.
Desde la perspectiva de los derechos sexuales y los derechos reproductivos es importante que las mujeres sean tomadas en cuenta tanto en la política que se aplique con relación a la menopausia, así como con relación a los las intervenciones, tratamientos y experimentación farmacológica que se desarrolle para tratar de enfrentar sus efectos negativos. Más importante aún, es garantizar que los instrumentos de derechos humanos y reproductivos alerten sobre la manipulación política e ideológica que sustenta la ideología occidental sobre este problema, su pretensión de universalidad y se reconozcan los derechos de las mujeres sobre sus cuerpos y la diversidad cultural y vivencial de las mujeres, recuperando para ellas el control sobre esta etapa de su vida y facilitando un proceso natural y digno de envejecimiento.
Obtenido de la página: http://www. Scielo.sa.cr/scielo.php

Comentario o análisis:

Quiero iniciar escribiendo como la mujer definitivamente ha sido tema de discriminación por diferentes motivos y uno de esos motivos es por llegar a una etapa que por mucho tiempo nos la hacen creer que es la etapa más fea de nuestra vida, que es la etapa en la cual nos acercamos a “viejas” donde nos servimos para nada, la menopausia.
Lo que no vemos aquí es el discurso que tiene todo un propósito, y ese propósito tan patriarcalista se relaciona a lo económico. Además que para el occidental somos inservibles por el único hecho de no poder tener ya hijos dejar esa etapa reproductiva.
Sin embargo, debemos las mujeres de ser concientes que es una etapa más en nuestra vida, que nos es algo malo, no es enfermedad, nos es la etapa que entramos a ser “viejas”, no es enfermedad, es una parte del vivir es una experiencia vivida y otras que faltan por vivir, debemos dejar de lado todos esos estereotipos que se dejan ver solo por aquellos que creen que en nosotras no hay alma, no existe el amor, que solo somos un cuerpo de reproducción y buenas para el trabajo del hogar.
El discurso es claro, y en este mundo de desarrollo, donde lo que se quiere es ganancias y producción, no sirve según parece una mujer no menopausica, aunque para mí personalmente es el proceso de la edad lo que para este discurso funciona, es un disfraz del cual se quieren aprovechar y además el beneficio de hacer esto sintomático para el beneficio de las empresas farmacéuticas con la compra de medicamentos.
Es importante y por lo dicho, queda claro que la menopausia como proceso estrictamente natural, fisiológico, corporal, ha sido impregnado de contenido ideológico hasta convertirse en parte de lo que Lock y Scheper Hughes denomina el bio-poder y que es tarea de las mujeres y de sus movimientos políticos promover la desideologización de este proceso y proteger a las mujeres de la sobremedicación y de la exposición innecesaria a tecnologías médicas que no producen salud mental ni física, como el de hacerlas sentir inferior por una etapa natural de la vida, un ciclo por cumplir. Debe ser un orgullo para todas y dejar de lado sentir lo que quieren ver los demás. Y así llegar felices a otra etapa de nuestra vida sintiéndonos felices y aún útiles en la vida como mujeres adultas mayores.

domingo, 17 de febrero de 2008

Ejercicio sobre el discurso capitalista


Se conoce al capitalismo como el sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y los mercados.

Aunque tiene sus orígenes en la antigüedad, el desarrollo del capitalismo es un fenómeno básicamente europeo (Inglaterra); fue evolucionando en distintas etapas, hasta considerarse como un nuevo paradigma establecido en la segunda mitad del siglo XIX. Desde Europa, el sistema capitalista se fue extendiendo a todo el mundo, siendo el sistema socioeconómico casi exclusivo en el ámbito mundial hasta el estallido de la I Guerra Mundial, tras la cual triunfó un nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el opuesto y concurrente al capitalista.

De existir un fundador del sistema capitalista este sería quizás Adam Smith, por lo cual se estima que la teoría nace en Inglaterra, país de origen de Smith. Así, sus ideas, conocidas cotidianamente por todos nosotros los occidentalizados, no sólo fueron un tratado sistemático de economía sino que además fueron un ataque frontal a la doctrina mercantilista, que hasta ese entonces dominaba. Al igual que los fisiócratas, Smith intentaba demostrar la existencia de un orden económico natural, que funcionaría con más eficacia cuanto menos interviniese el Estado. Sin embargo, a diferencia de aquéllos, Smith no pensaba que la industria no fuera productiva, o que el sector agrícola era el único capaz de crear un excedente económico; por el contrario, consideraba que la división del trabajo y la ampliación de los mercados abrían posibilidades ilimitadas para que la sociedad aumentara su riqueza y su bienestar mediante la producción especializada y el comercio entre las naciones. Así pues, Smith junto con la corriente fisiócrata ayudaron a extender las ideas de que los poderes económicos de los Estados debían ser reducidos para no mermar el orden natural de flujos e intercambios de la economía. Sin embargo fue Smith más que los fisiócratas, quien abrió el camino de la industrialización y de la aparición del capitalismo moderno en el siglo XIX con la promesa “de generar una enorme capacidad para crear riqueza y para mejorar el nivel de vida de casi toda la población”.

Pero, a pesar de este intento de progreso buscando la legitimación del individualismo y de la ambición económico-ganadora bajo el pretexto que la naturaleza de las relaciones humanas está unida al libre intercambio, con la expansión del capitalismo aparecieron las primeras fallas del sistema, por un lado desde la forma y por otro desde el fondo.

De este modo, por la forma se trató y en cierto modo se logró uniformizar a las gentes y los pueblos universalizando sus intercambios y sus modelos de referencia. Se violentaron de forma etnocentrista las costumbres eliminándolas y solo se conservaron aquellas que no fueran a contracorriente con el sistema capitalista.

Por el fondo, se abandonó la estabilidad comunitaria adoptando un sistema de ciclos económicos con periodos de expansión (que venden los partidarios del discurso de Smith), pero seguidos por lógica económica por periodos de recesiones y depresiones que se caracterizan por la discriminación de la actividad productiva y el aumento del desempleo

Así cuando llegaron las primeras depresiones, los economistas clásicos que siguieron las ideas de Adam Smith no podían explicar estos altibajos de la actividad económica y consideraban fríamente que era el precio inevitable que había que pagar por el progreso que permitía el desarrollo capitalista. Sin tomar en cuenta que la hambruna carcomía a familias de desempleados o que la presión en el trabajo aumentaba durante esos periodos destruyendo la salud de la clase proletaria. No en vano, respondiendo a estos momentos difíciles en los que solo los pobres estaban expuestos a la hambruna y los empresarios a las bonanzas es que se crearon las luchas sindicales.

No obstante un discurso tan poderoso a nivel mundial como es el capitalismo no podría dejar vararse por una organización marginal que buscaba atentar contra el “modelo de todos”. Fue así como en Estados Unidos, empezaron a aparecer trusts grandes corporaciones de responsabilidad limitada que tenían un enorme poder financiero, pasando alianzas entre empresas, entre ramas de producción – fabricación – distribución, hasta controlar “monopolicamente” toda una industria.

Es así como se vió por primera vez al poder económico sobrepasando al poder político, pero en lugar de devolver al ser humano su sitio como centro del mundo se siguió optando por dar al mercado y al dinero el sitió central que los sucesores de Smith habían soñado. Entonces los Estados crearon leyes antitrusts, pero no consiguieron restablecer la competencia perfecta caracterizada por muchos pequeños productores con la que soñaba Adam Smith, solo se impidieron mas creaciones de grandes monopolios que limitaran el libre comercio. A pesar de estas dificultades iniciales, el capitalismo siguió creciendo y prosperando casi sin restricciones a lo largo del siglo XIX siendo el principal sistema socioeconómico mundial

Según la teoría manejada en este siglo XXI por los economistas occidentales, “el principal objetivo de los países capitalistas consiste en garantizar un alto nivel de empleo al tiempo que se pretende mantener la estabilidad de los precios. Es, sin duda, un objetivo muy ambicioso pero, a la vista de la flexibilidad del sistema capitalista, no sólo resulta razonable sino, también, asequible” Microsoft ® 2006. Microsoft Corporation.

Aquí, se nos hace creer que el sistema no tiene límites por su flexibilidad y que esto lo hace fiable. Pero, como se vislumbra ya desde hace años, la recesión y la depresión económica no pueden posponerse más y llegarán a pesar de los esfuerzos, lo cual combinado con un alza en los combustibles (causa de las crisis de los años setenta) y con una perdida de peso, sin precedentes, en la moneda de referencia podrían provocar un magno fenómeno de crisis del paradigma capitalista por su carácter universal. ¿Se podrían entonces sostener las teorías que aplican en tiempos de bonanza? ¿Se repetirán las frías explicaciones de los economistas como cuando hubieron las primeras depresiones económicas? Y por último, aunque casi todos se beneficien con el capitalismo, aunque sea con las migajas de los empresarios, ¿Quién sufrirá la indigencia cuando el sistema se tropiece o se caiga?

Por Carlos Gonzalez Palacios

sábado, 16 de febrero de 2008

Sistema Penal y discriminación

Sistema Penal y discriminación

Derechos de integración
Marco F. Feoli Villalobos

Dentro de los distintos discursos que se aceptan de manera oficial destaca el del sistema penal, muy criticado, casualmente, en las últimas semanas, por voces mediáticas que cuestionan su incapacidad de detener el aumento de la violencia y la criminalidad en nuestro país. El derecho penal sabemos es “...un instrumento de control social que opera junto a otros instrumentos de idéntica finalidad. Se diferencia de los otros instrumentos de control social que tienen por medio la sanción o el castigo, por la manera formal en que se aplica y por su tendencia a una fundamentación más racional de la misma. Otras sanciones (éticas por ejemplo) se manifiestan de manera casi informal y espontánea; las del derecho penal, por el contrario se ajustan a un procedimiento determinado para su aplicación y están preestablecidas de un modo específico en lo referente a sus alcances, duración, derechos que afectan, etc...”[1]. El control se ejerce principalmente a través de una pena, que dicho de la manera más elemental, es el castigo establecido por la ley, para quién comete un delito o falta, también especificados normativamente[2].
A partir de estas precisiones conceptuales, cualquiera podría entender el sistema penal como un mecanismo de “defensa” de la sociedad, igualitario –ciego como la justicia, uniforme, y diseñado para hacer aplicado contra cualquiera que infrinja los valores estimados fundamentales por la sociedad. De hecho el mensaje de los medios de comunicación va dirigido a fortalecer esta idea, y en consecuencia a lograr que los ciudadanos ejerzan un papel más activo en la exigencia del fortalecimiento de las leyes penales y procesales penal para –cual receta mágica- “combatir” el problema de la criminalidad.
Sin embargo, frente a esta primera imagen romántica, encontramos que el sistema penal es una forma de clara exclusión social y discriminación, pues como afirma algún autor –hablando de la cárcel- se trata de la “…punta del iceberg del sistema penal tradicional –burgués- como momento culminante de una selección que comienza antes de la intervención del sistema penal, con la discriminación social escolar, con la intervención de los medios de control social. Así, la parte dominante de la sociedad consolida muchas carreras criminales de sus marginados. El actual sistema carcelario de los países occidentales, que nació con la sociedad capitalista y la acompaña a lo largo de la historia, en vez de ser una respuesta de una sociedad honesta a una minoría criminal –representación aceptada por las mayorías silenciosas de muchos países y fácilmente instrumentalizable en las campañas de “ley y orden”- este sistema penal es básicamente un instrumento esencial para la creación de la población criminal…”[3].
En el caso costarricense es fácil identificar los rasgos discriminatorios de este sistema, en el propio Código Procesal Penal. Para muestra, un ejemplo. El artículo 25 prevé la figura de la suspensión del proceso a prueba, medida que buscar evitar la realización de un juicio oral y público –solución heterocompositiva- a través de un acuerdo entre las partes en conflicto previo cumplimiento de una serie de requisitos. El numeral de cita, enumera una serie de condiciones que el acusado debe cumplir durante el periodo de suspensión. Lo llamativo es que todas ellas van dirigidas a un perfil de delincuente claramente ubicable en los estratos sociales desfavorecidos, reforzando así el mito de que sólo los pobres delinquen.
Se habla de no consumo de drogas, participación en programas de tratamiento a las adicciones, la finalización de la escolaridad primaria o el aprender un oficio, no portar armas, etc. ¿Qué pasa entonces cuando el imputado pertenece a los sectores de clase alta o media alta? ¿Cuándo el imputado es una persona con avanzados estudios, sin vicios ni adicciones? ¿Será que no hay respuesta procesal a su realidad o que el por el contrario el sistema ni siquiera los considera como potenciales imputados?
Lo perturbador una vez contemplado este panorama, es que a todo ello debemos sumar las despotricadas campañas de los medios de comunicación y algunos políticos de turno, sobretodo en época electoral, que exigen el recrudecimiento de las penas, ante el “aumento”, según sus propias, sesgadas y dudosas consideraciones, de la delincuencia y la inseguridad. Al final del día, lo que encontramos es la permanente reproducción de paradigmas de exclusión, discriminación y estigmatización, que adormecen la conciencia, pues impiden visualizar que en la mayoría de los casos quienes más daños ocasionan a la sociedad, no son aquellos que han sido estigmatizados y ubicados como en la novela de Aldos Huxley, en un espacio del que nunca podrán escapar, precisamente por ser los aquellos y no los otros, más bien no nosotros.


[1] RUIZ VADILLO, Enrique, El Derecho Penal Sustantivo y el Proceso Penal, Madrid, Editorial Colex, 1997, p. 56.
[2] CABANELLAS DE TORRES, Guillermo, Diccionario Jurídico Elemental, Buenos Aires, Editorial Heliasta, 14 va Edición, 2000, p. 300.
[3] BERISTAIN, Antonio, El delincuente en la democracia, Buenos Aires, Editorial Universidad, 1985, pp.75-76.

Análisis del artículo Sexualidad y maternidad: ¿Derecho de la mujeres con discapacidad?, por Damaris Solano Murillo para El Portavoz, Año 1, No. 7

Como seres humanos, todos son capaces de formar prejuicios y de juzgar con base en esos prejuicios. Inclusivo, cada persona ha experimentado en algún momento discriminación basada en el grupo social, económico, de género, por nombrar unos.

Dentro de la comunidad de Personas con Discapacidad, social y culturalmente discriminados por su condición física o intelectual, también existe prejuicios contra ciertos sub-grupos. El artículo de Solano subraya la discriminación sexual y la reproductiva que confrontan las mujeres con discapacidad.

En diferencia del derecho a la educación, al empleo o al transporte, el derecho de ser madre, de disfrutar de relaciones sexuales o de tener una pareja para una mujer con discapacidad presenta una “realidad” formada por tabús, mitos y misconcepciones. No es capaz de cuidar bebes, de sentir sensaciones eróticas, de ser atractiva. Sin embargo, como dice Solano, estos hechos son absurdos y además peligrosos para el bienestar de ellas.

El resultado de tal misinformación demuestra una falta de educación y de capacitación tanto para los y las profesionales que interactúan diariamente con Personas con Discapacidad como para un grupo significativo de mujeres que, a pesar de su condición física o intelectual, tienen sentimientos y deseos que no están siendo reconocidos, protagonizando una situación de invisibilización preocupante.

Sin escuchar la voz de mujeres con discapacidad, decisiones son tomadas y vidas son cambiadas antes de que alguien piense en consultar a la persona si está de acuerdo. También el acceso a información sobre temas como el abuso sexual, las enfermedades de transmisión sexual y servicios de ginecología y obstetricia quedan muchas veces obsoletos y olvidados.

Estereotipos como estos son demasiado comunes dentro de nuestra sociedad donde el poder domina. En la jerarquía del poder, los sin dinero, sin estatus social o sin el uso del cien porciento de su cuerpo (aunque quien puede decir que gocen de eso) están forzados hacia los rincones olvidados de la sociedad. Por esta injusticia, las mujeres con discapacidad forman parte de un grupo bastante vulnerable al abuso y negligencia de sus derecho fundamentales.

Primordialmente, para que esta situación mejore, es necesario que la persona entera sea reconocida y respetada como un ser compleja, holística y con un conjunto de derechos que protegen su integridad. Como sujetos de derechos humanos, las mujeres con discapacidad enfrentan límites de acceso, de reconocimiento, de autonomía y de realización de su proyecto de vida. Este artículo representa una de las muchas voces que han sufrido por diversas formas de discriminación hacia Personas con Discapacidad.

También muestra que aun dentro de la Población con Discapacidad, existen prejuicios y hasta una jerarquización de derechos, enfatizando unos mientras que otros todavía tienen un largo camino por recorrer. Se han logrado muchos avances en el campo de los derechos humanos de la mujer en las últimas décadas y con dedicación y determinación, seguirán superando retos y cumpliendo metas.

Jennifer Beckmeyer-Quirós

viernes, 15 de febrero de 2008

Teologia de la Liberacion y Discriminacion

La Teología de la Liberación hacia el tema de la discriminación: MEGAN NELSON

El párrafo siguiente viene del libro, La Teología de la Liberación: Una guía introductoria, escrito por Roberto Compton:

“Como resumen, diría que la liberación de una persona o una sociedad es con respecto a cualquier cosa que le oprima. Es liberar al oprimido del opresor en cualquier aspecto de la vida. Puede ser cultural, política, eclesiástica, económica, ad infinitum. ...La teología de la liberación se centraliza en asuntos sociales, políticos y económicos donde se ve que la gente oprimida es explotada y mantenida bajo la opresión. De esta manera, algunos notan que la teología de la liberación es más una ética de la liberación que una teología” (p. 21).

Con la esperanza que no estoy pensando en una manera tan idealista, yo diría que la Teología de la Liberación es una forma de aplicar el contexto teológico hacia una población afectada por su condición social. Por su condicion social, dicha población llega a ser víctima de una discriminación social. Tal grupo es los que son oprimidos por ser pobres. Como escriben Leonardo y Clodovis Boff en su libro Introducing Liberation Theology, la Teología de la Liberación nació cuando la fe se afrontó con la injusticia hacia los pobres. Aquella injusticia fue representada por una “pobreza colectiva” de la cual experimentaba las “clases populares”. Los pobres y la pobreza se ha manifestado como una fenómena social y ha resultado en una vista, dentro de la luz del cristianismo, que vea a dicha situación social de los pobres/los oprimidos como una afrontación con la cara del Sirviente Sufrido: Jesús.

Dentro del contexto teológico, veo la Teología de la Liberación como un esfuerzo válido en combatir una discriminación social que ha afectado a miles y miles de personas. Como tal teología nació en Latinoamérica, lo siguiente es un artículo que presenta un discurso más reciente sobre el dicho tema. He marcado en negrita y en color amarillo las partes que aplican más a la conexión que existe entre Teología de la Liberación y la lucha contra una forma de discriminación.


Teología de la liberación desde Venezuela
Un sacerdote y teólogo venezolano cuenta sus reflexiones sobre las Primeras Jornadas de Teología de la Liberación en ese país sudamericano
Religiones - 29/09/2007 0:24 - Autor: Benjamín Forcano - Fuente: Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
http://www.webislam.com/default.asp?idt=8405

Como invitado, participé en las Primeras Jornadas sobre la Teología de la Liberación, 14-15 de agosto, en Caracas, Venezuela, con ocasión del 90 aniversario del Nacimiento de Mons. Romero.

Tales jornadas fueron preparadas y alentadas por miembros de diversas instituciones de la Iglesia Católica y de las Iglesias Evangélicas y Pentecostales.

Ciertamente la figura de Mons. Romero presidió y animó este Encuentro desde el principio al fin. El anuncio del Evangelio que hizo en su país, donde unas minorías ricas ejercían dominación y opresión sobre las mayorías de la población, le obligó a dejar a un lado toda neutralidad y optar por la dignidad, derechos y liberación de los más pobres. Esta opción lo puso en medio del conflicto que acabó quitándole por parte de los poderosos la vida de una manera asesina.

Fueron muchas las enseñanzas sacadas de este testimonio de Mons. Romero. Y, a su luz, tuvimos la oportunidad de analizar el origen, significado y consecuencias de la Teología de la Liberación, nacida precisamente en el continente latinoamericano.

Una y otra cosa se estudió y proyectaron a la situación de Venezuela, en donde se vive un momento histórico de transformación decisivo a favor de las mayorías más pobres impulsado por la revolución bolivariana.

La situación histórica de Venezuela se presenta como un signo de los tiempos, que nos exigía examinar y entender, para no pasarlo desapercibido, y unirnos a él para potenciarlo desde las exigencias mismas de la dignidad humana, de la libertad de los pueblos y desde los principios y valores de Evangelio. Dios habla siempre y actúa en la historia y creemos que lo está haciendo en estos momentos de un modo especial en nuestra nación.

Los trabajos teológicos, las reflexiones, los testimonios y experiencias de todos los participantes en el Encuentro, permitieron dialogar, poner en común y subrayar los siguientes puntos:

1. La vida socio-política es esencial a toda persona, nadie puede prescindir de ella o considerarse extraño a la misma. El cristiano y la cristiana son sujetos también de esa política. Con razón el concilio Vaticano II (GS, 75) dice que la tarea política es un arte difícil, pero noble, y que los cristianos deben ejercer con responsabilidad, entrega al bien común de todos y todas, con amor y fortaleza.

2. Históricamente, esta tarea la ejercieron muchas veces los cristianos y cristianas en beneficio propio, en complicidad con el poder y la opresión, en contradicción con la fe y las exigencias del evangelio. De esa manera deshonraron a Dios y contribuyeron a ocultar, más que revelar el rostro genuino de Dios (Cfr. GS, 19).

3. Nuestra condición de ciudadanos nos lleva a pensar que no hay convivencia política posible sin un sistema que organice y regule la vida de la comunidad política. La cuestión está en averiguar si ese sistema es para el bien de todos o de unos pocos. En ese sentido, el cristiano y la cristiana no puede amparar por igual uno u otro sistema, sino aquel que en la práctica mejor promueva y defienda los derechos de las mayorías.

4. Para llevar a cabo este discernimiento, la Teología de la Liberación utiliza en primer lugar, como un “momento primero”, el análisis de la realidad, con cuantas mediaciones científicas sean necesarias para descubrir los grados objetivos de injusticia, de empobrecimiento, discriminación, marginación y explotación del ser humano y de los pueblos a que pertenece.

Se resaltó especialmente la explotación, discriminación y marginación de la mujer en la sociedad y en las iglesias, reivindicando su papel relevante en la sociedad, especialmente latinoamericana, y en el quehacer teológico.

Este primer paso va acompañado, en un cristiano y cristiana coherente, de la indignación, protesta, denuncia, movilización y combate para acabar con esa situación. El segundo paso, le hace convertir su protesta en ira sagrada, al comprobar cómo esa situación es contraria al Reino de Dios. Es precisamente lo que Jesús de Nazaret, enviado e hijo de Dios, proclama: “He sido enviado para liberar a los pobres”, es decir, para decirles que Dios está contra su pobreza, que es maldita: “Ay de ustedes los ricos”, “No se puede servir a Dios y al dinero”, y denunciar como ladrones e hipócritas a quienes quieren justificarla en nombre suyo.

La teología de la liberación denuncia y desenmascara todos los intentos -y ¡cuántos no han sido en la historia!- de querer legitimar la injusticia y esclavitud con la fe y el seguimiento de Jesús. Fue precisamente esta denuncia la que levantó las críticas más injustas y calumniosas contra le Teología de la Liberación, hasta llegar a afirmar que la Teología de la Liberación era marxista, presentaba a Jesús como líder meramente político, reducía la salvación a un ámbito temporal, se apartaba de la doctrina de la Iglesia y su magisterio y, finalmente, a decir que llegó a su término y ha fracasado.

Este frenesí persecutorio es propio de sus enemigos, nunca del pueblo: “Si la Iglesia latinoamericana lleva a cabo las conclusiones de Medellín, los intereses norteamericanos están en peligro” (Rockefeller).

El obispo Pedro Casaldáliga, haciéndose eco de estas calumnias, respondía enardecido: “Que no sigan nombrando, por vergüenza al menos, las barbaridades –calumnias auténticas- que han colgado a la Teología de la Liberación y sus teólogos. Nosotros: teólogos de la liberación y obispos que los acompañamos e Iglesias que se benefician de su doctrina, no hemos optado por Marx, sino por el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su Reino y sus pobres. Nuestro Dios quiere la liberación de toda esclavitud, de todo pecado y de la muerte. Analizar la trágica situación de los dos tercios de la humanidad, señalarla como enteramente contraria a la voluntad de Dios y asumir compromisos prácticos para transformar esa situación son pasos obligados de la Teología de la Liberación”.

5. En la coyuntura actual de Venezuela , muchos hechos demuestran cómo la línea del libertador Bolívar, recogida en la revolución actual, converge en gran medida con la proclama y acción liberadora del Evangelio de Jesús, continuada en la historia por muchos de sus seguidores y, hoy en nuestro continente, por muchos testigos y mártires suyos, entre otros Mons. Romero. Es una novedad sin precedentes que, a teólogos como Metz, le hacen exclamar: “El tiempo de la alianza de la Iglesia con los poderes opresivos habría pasado y ha llegado el momento de su función subversiva”.

6. Las Jornadas celebradas dejaron claro que, como dice el Concilio Vaticano II, comunidad eclesial y comunidad política constituyen realidades autónomas y distintas, pero con funciones de colaboración estrecha, porque único y común es el sujeto al que una y otra quieren servir. Cuando la realidad contradiga en una u otra parte esta misión de servicio, entonces la colaboración se convierte en crítica y denuncia y, también, en autocrítica y auto denuncia.

7. Los cristianos y las cristianas lo sabemos muy bien, -y así se reafirmó en el Encuentro- que una revolución sin ética y sin mística es difícil llevarla a buen puerto, que una revolución –y en esto han vuelto las convergencias con el “hombre nuevo” del Che- es integral o no lo es: individual y social, no sólo interior o exterior, sino en todas las dimensiones de la persona.

8. No hay duda de que este primer Encuentro, celebrado con gran esfuerzo y entusiasmo, tuvo sus fallas que pueden corregirse, pero a su vez representó una experiencia viva y vivificante, que puede reportar mayor unidad y fuerza para el logro de las auténticas causas y valores en la vida social y política y en las Iglesias. La presencia recíproca, la colaboración, la confianza de unos y otros, la ausencia de prejuicios y dogmatismos, la firmeza en las verdaderas metas nos harán avanzar hacia un futuro más justo, más fraterno, más solidario y más pacífico.

Un análisis sereno nos hace ver que demasiadas veces nos hemos enfrentado por diferencias secundarias, cuando es mucho más hondo e importante lo que nos une. Lección de la historia que debe servirnos para aprender a resolver los conflictos con el diálogo, convencidos que el ser humano es, para el otro, hermano y no lobo.

Para todos los participantes en las Jornadas y para todos los hermanos y hermanas de Venezuela la conversión y la paz del Evangelio, esa conversión y esa paz revolucionarias, que brotan de la justicia , de la hermandad y del amor proclamados por Jesús y que caracterizan a todo auténtico revolucionario.


Benjamín Forcano es sacerdote y teólogo español, especialista en ética y moral, autor de varios libros, es uno de los responsables del Centro Evangelio y Liberación, en Madrid, que edita la revista Exodo.