lunes, 10 de marzo de 2008

Resumen analítica de Te doy mis ojos

Por: Jennifer Beckmeyer-Quirós

La película Te doy mis ojos presenta una visión de la violencia doméstica que muchas veces no es lo que se da en las noticias y reportajes sobre la misma. Permite a la audiencia entrar en el mundo del abusador, ver como se siente, por qué hace lo que hace, como se arrepienta, pero como también es un asunto de perder el control, de no pensar en el momento de reaccionar, y las consecuencias que tiene tanto en la vida de la mujer abusada como en la del mismo violador.

No es una visión que justifica las acciones del violador, pero da una perspectiva más amplia y completa para los que siempre se ha cuestionado por qué una mujer sigue con un hombre que la maltrata. Una respuesta que plantea la directora Icíar Bollaín es que sigue esperando que el hombre cambie.

Vemos sufrir Pilar otra tras otra vez, donde las cosas mejoran por un momento, pero vuelvan a empeorar a un nivel tal vez anticipado por la audiencia, pero fue lo que menos quisiera Pilar, y también Antonio en algún sentido. La violencia que sufre a lo largo de la película no es física, sino emocional y mental, que la pone en una situación de sufrimiento continuo porque Pilar nunca sabe si Antonio va a llegar a buscarla, que estaría pensando sobre ella, si cuando viene es realmente para reconciliarse y repentirse o si es parte del mismo ciclo violento.

Muestra uno de los muchos casos de violencia contra la mujer, en una sociedad donde la masculinidad, lo que significa ser hombre, debe caber con ciertas estándares, y la femineidad, o el papel de género tradicional de la mujer, tiene su lugar dentro de la sociedad. Por su propia inseguridad, Antonio odia que su mujer trabaje, y al final intenta quitarla de este derecho, tratándola como una posesión que puede dominar absolutamente.

El problema de Antonio, y de muchas personas dentro de nuestra sociedad patriarcal, es que está confundiendo amor con posesión y poder. Esto le lleva a no dejar que Pilar crezca, ni que se desarrolle como persona. Esta situación se presenta con muchas parejas, donde el amor pasa al control y a deja de tener en cuenta el derecho a una vida digna que tiene la otra persona, aunque dentro de nuestro contexto eso a veces se define como “querer”.

Por lo tanto, encontramos que el hombre, sin justificar ni disculpar sus acciones, también sufre la misma construcción tradicional de lo que es ser hombre. Es en este punto donde Bollaín hace reflexionar al público sobre lo que significa ser hombre y ser mujer dentro de una sociedad donde las relaciones de poder son tan definidas, y sobre las consecuencias que ocurren cuando las personas sienten obligadas a conformar a la norma social.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que buen resumen analitico °
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Anónimo dijo...

esta muy bueno el resumen ! da mucho que pensar !

Abraham Mendoza Jiménez dijo...

excelente análisis de la película, no se que opinen ustedes pero al menos yo no encuentro un "pero" en la película.....todo perfecto, los escenario, los actores, el desarrollo de manera más crucial, el final......uno de mis profesores me pidió compararla con "cicatrices" pero no halló un punto de comparación