martes, 25 de marzo de 2008

Análisis del discurso de la Escuela República de Haití


Entrevista no-estructurada realizada el 11 de marzo de 2008 con Jennifer Beckmeyer-Quirós y doña Hilda Mayela Hidalgo, Directora de la escuela

A nivel socio-económico, la población escolar vive bajo condiciones bastante difíciles. Se pertenece a un sector económico bajo, donde se encuentra situaciones “típicas” de violencia, abuso y drogas, como dice la directora, mucha “contaminación social”. Su situación discriminatoria se funda y se amplia diariamente por el lugar del pobre en nuestra sociedad globalizada, neoliberalista y patriarcal. No existen muchas puertas de salida para las personas que carecen del acceso a los bienes sociales y económicos que en otros sectores de la población abundan.

Dado eso, la escuela sirve no solamente el papel de educar, sino también intenta tratar estos problemas sociales de forma integral. Esta escuela en particular se ha creado con la sensibilización y consciencia de que situaciones de pobreza no reflejan la calidad de persona o de familia, no se basan en los esfuerzos que han hecho o no los miembros de la comunidad, sino que son resulta de una jerarquización de poder que sigue oprimiendo y creando barreras entre las personas que tienen y las que no tienen.

Consecuentemente, para una familia viviendo bajo constante opresión social, resulta difícil jugar el papel de educador en valores y modalidades. Las luchas diarias que se presentan tanto en el hogar como en las percepciones y prácticas del resto de la sociedad han obligado a las escuelas de las zonas urbanas marginalizadas reevaluar su papel formador dentro de esas comunidades.

La escuela República de Haití es un ejemplar que brinde atención a estos niños y niñas de forma integral, comprensiva y enfocada en la convivencia. Tradicionalmente, los problemas personales no se tocaba dentro de la escuela, y la meta era conformar a cada alumno/a a un molde adecuado según su posición social. Sin embargo, con la sugerencia de una crisis escolar cuyo origen está fundado en la problemática destacada anteriormente, ha requerido una nueva propuesta tanto en los métodos pedagógicos como en las relaciones interpersonales y ambientales de la escuela.

Una de las técnicas utilizadas por la escuela República de Haití es un aula abierta, dedicando un espacio seguro y de confianza donde estudiantes que han sufrido por el fenómeno de la droga, la violencia o la discriminación de género pueden desarrollar tales temas y explorar alternativas, como la resolución alternativa de conflictos y talleres interactivos. Esos temas son tratados y discutidos también a nivel general, integrándolos dentro de los planes de todos niveles.

Las zonas verdes de la escuela también son valoradas por su función terapéutica para los y las estudiantes de escasos recursos. Típicamente, en la casa los estudiantes hay muy poco espacio, mucho menos áreas verdes, y generalmente los hogares son bastante confinados y a veces hasta contaminados. Esta situación transforma al espacio escolar a un medio más relajante, abierto y acogido.

Además de ser un lugar que fomenta el aprendizaje, estar rodeados de áreas verdes, árboles, aves, mariposas, inspira a los y las estudiantes a acercarse en una relación con la naturaleza, la cual probablemente no desarrollarían en su comunidad urbana marginalizada. La escuela, por tanto, vuelve a ser un refugio, un espacio seguro, tranquilo, limpio y agradable, que beneficia a todos aspectos del proceso de aprendizaje y de desarrollo personal.

Otro elemento importante que se está utilizando como técnica pedagógica e implementando dentro del currículo, específicamente en el caso de los/as niños/as en riesgo (un término utilizado por la escuela pero aún sigue las misconcepciones patriarcales de poder), es la tecnología. Esta nueva fuente de información facilita aplicar una práctica pedagógica novedosa, donde estudiantes puedan aprender a comunicarse, expresarse y alcanzar un mundo mucho más amplio con un simple conocimiento de las herramientas tecnológicas que la escuela tiene a su disposición (un pequeño laboratorio de computadoras, televisores y DVD’s, un aula tecnológica con un proyector).

Por esos y otros pasos que están tomando los docentes, padres y madres de familia y administración de la escuela, es importante compartir estas experiencias y éxitos con la esperanza que se puedan ir normalizando dentro del sistema educativo nacional. Hasta el momento, esta escuela ha salido en reportes noticieros televisivos, impresos y publicados en informes del UNESCO y del programa Bandera Azul. Mientras sigue como instituto modelo para las zonas urbanas marginalizadas, más atención llamará al público y a los ministerios para que tomen en cuenta los esfuerzos solidarios de una escuela en el barrio de Paso Ancho de San José.