viernes, 4 de abril de 2008

TRIBUNAL DE JUSTICIA CLIMÁTICA

TRIBUNAL DE JUSTICIA CLIMÁTICA
Octubre 18 y 19 de 2007
Bogotá - Colombia

Maria Helena Mejia

VEREDICTO DEL JURADO.
Preámbulo:
Siguiendo los principios de la justicia ambiental que es justicia para con los seres humanos y que reconoce dignidad a la naturaleza; el jurado del Tribunal de Justicia Climática, dando prueba de su idoneidad ética y sentido de responsabilidad social y ambiental, y
Considerando que:
Las alteraciones que vive actualmente el planeta, manifestadas en el aumento de la intensidad y la frecuencia de los huracanes, el deshielo de las llamadas “nieves perpetuas”, los incendios forestales espontáneos, los cambios en el régimen de lluvias, las alteraciones en las corrientes marinas y los vientos, son todas indicadores contundentes de los efectos que el cambio climático genera, y de las amenazas a las que estamos expuestos los habitantes del planeta;
Hay efectos especialmente dramáticos en pérdidas de vidas humanas, de las que son ejemplos el huracán Mitch que en 1998 en Centro América dejó 10 mil muertos, las inundaciones en Venezuela que en el año 1999 dejaron 25 mil muerto y el huracán que en el año 2000 en India dejó 30 mil muertos.
Las relaciones colonialistas inicuas se imponen sobre la humanidad trayendo efectos ambientales y climáticos que exacerban la violencia, y alejan a la humanidad de las posibilidades de vivir con justicia, en lugares pequeños, con salud, educación, agua, energía y construyendo sustentabilidad.
La tierra en millones de años ha tenido periodos de calentamiento y diversas transformaciones geofísicas, que en los últimos años, después de la revolución industrial, ha excedido todo pico histórico de CO2; y entendiendo que el cambio climático es un fenómeno antrópico, frente a cuyas consecuencias imprevisibles y de alta incertidumbre, lo más acertado que han podido decir los científicos, como los acusadores afirman, es que “estamos entrando en territorio desconocido”.
El cambio climático y el cataclismo que está provocando se origina principalmente en un excesivo consumo de combustibles fósiles, particularmente por las elites del mundo y los países del norte; y que en los reportes científicos señalan como principales causas del cambio climático: el uso de la energía de fuentes fósiles, principalmente con modalidades de trasporte ineficientes; los cambios del uso del suelo ocasionados por la deforestación, los monocultivos y el uso indiscriminado de agroquímicos -que aumentarán con los agrocombustibles- ; las emisiones industriales y, en menor medida, las emisiones naturales y domésticas.
Frente a la responsabilidad compartida y diferenciada, ha de reconocerse que han sido las elites enriquecidas quienes más han incentivado el Cambio Climático a través de sus formas de vida consumistas y modelos de desarrollo y acumulación económica depredadores. Razón por la cual puede decirse que la responsabilidad mayor es de quienes más consumen, acumulan y dilapidan la naturaleza y las riquezas, y que los impactos son sentidos en mayor medida por los más vulnerables. Por ejemplo, los huracanes y las inundaciones siempre golpean en mayor medida a los más vulnerables, que son los más pobres. En este sentido es que se habla de injusticia ambiental.
Se promueven instituciones e instrumentos multilaterales y bilaterales que favorecen la expansión económica y el control estratégico del patrimonio ambiental por parte de los países del norte, de las grandes corporaciones trasnacionales y las elites nacionales subordinadas. Los beneficios y control de estos procesos se concentran en las Corporaciones Trasnacionales y para ello se valen de instrumentos como la OMC, las IFIS, las ECAS que favorecen sus intereses.
Ejemplos resonantes son el tratado entre Europa y la Comunidad Andina y los tratados de comercio entre Estados Unidos y los países de América del Sur, que buscan asegurar estratégicamente al Norte la disposición bienes y servicios que fluirán especialmente desde el Sur y que demandan altos consumos energéticos y fomentan la producción de agrocombustibles para satisfacer principalmente su consumismo.
Además del poder económico, las CTN y sus socios subordinados fomentan la manipulación mediática, la maquinización de las subjetividades y el control ideológico y político. Estas relaciones son la fuente de la violencia oculta, la que se realiza también contra el ambiente, que nos sume en esta profunda crisis y amenza acabar con la vida tal y como la conocemos. Son la CTN que con su irracionalidad y conducta “casi criminal”, atentan contra la salud y la vida del ambiente y la humanidad.
Algunos gobiernos aprueban leyes y políticas que favorecen a las compañías trasnacionales y sus socios subordinados, sacrificando la soberanía de las naciones, eximiéndoles de responsabilidades fiscales, desarticulando y desmantelando las normas y las instituciones ambientales para favorecer la explotación del patrimonio, privatizando las empresas públicas, desmantelando la seguridad social y erosionando la estabilidad y los derechos de los trabajadores.
No obstante todos estos problemas y las amenazas que se ciernen sobre las comunidades y sociedades locales, hay un sinnúmero de experiencias de resistencias y de construcción de sostenibilidad que son pilares para una sociedad justa. Para enfrentar las causas y los causantes del cataclismo climático los movimientos sociales, las organizaciones ancestrales de las comunidades afrodescendientes e indígenas, estamos reconociéndonos como víctimas del cambio climático y emprendemos procesos de reflexión y articulación que nos permiten esclarecer las causas y actuar mancomunadamente para enfrentarlas. Entre estos mecanismos pedagógicos y políticos resaltan los Tribunales del Cambio Climático que se constituyen en un método para hacer relevantes las denuncias y elevar las voces casi siempre silenciadas de las víctimas.

En razón a los argumentos presentados por la defensa y por la fiscalía,
El jurado recomienda al juez sentenciar a los causantes del cambio climático local y global a reconocer y resarcir la deuda ecológica y social, a restaurar las áreas destruidas, a respetar la soberanía de los pueblos, reconocer el derecho que tienen las comunidades al consentimiento previo, libre e informado, a reconocer los derechos políticos sociales y culturales de los pueblos, a pagar los impuestos evadidos, a cerrar los procesos contaminantes, a respetar las culturas tradicionales que poseen estrategias más adaptativas, a redistribuir la riqueza y los ecosistemas, y los condena a calentarse en los infiernos. Y deshacer el infierno en que han convertido al mundo.

El jurado recomienda además:
1. Promover y fortalecer la articulación de las organizaciones comunitarias, populares y ambientalistas para que de manera solidaria, conozcan, estudien y respondan oportunamente frente a las causas y causantes que alteran el clima y los ecosistemas localmente y planetariamente.
2. Crear grupos de monitoreo y seguimiento de los cambios climáticos locales y de los efectos del cambio climático global.
3. Crear un sistema de información y alerta temprana, comunitario y nacional, que permita monitorear la presencia, expansión y promoción de los monocultivos de palma aceitera y otros.
4. Convocar la solidaridad internacional y construir y fortalecer redes de afectados y victimas del cambio climático.
5. Fomentar la sustentabilidad con una cultura adaptativa, solidaria, que incorpore los valores de las comunidades que han resistido y nos heredan esos conocimientos y prácticas que pueden hacer Otro Mundo Posible.

El jurado estuvo constituido por representantes de las comunidades de campesinos, indígenas, afro-descendientes, académicos y ambientalistas.

El juez y moderador del tribunal fue un representante del PCN .

La fiscalía encabezada por Ricardo Navarro de CESTA (El Salvador) y La defensa encabezada por Ivonne Yañez de Oil Watch Latinoamérica, estuvieron también conformadas por miembros de organizaciones del todo el país que representaron esos roles de manera respetuosa y profunda, esgrimiendo argumentos y contraargumentos, pruebas y reflexiones, todo ello con un extraordinario resultado de concienciació n para todos quienes nos hicimos presentes.